de juliol 04, 2010

Pequeñas ganancias de las grandes catástrofes

Como ocurre siempre, después de casi cuatro años de prolijo escepticismo, me creí la publicidad de Quilmes, me sumé al triunfalismo generalizado y entonces vino Klose y me depositó –de la peor manera- en la tierra.
Ok, ya está. Quedamos con el corazón sano y el culo roto.
Pero esta gran tragedia nacional no debe impedirnos ver los pequeños beneficios que conlleva. Voy a pasar de mencionar a los comentaristas televisivos y radiales y las huevadas que deben decir cuando no hay nada que decir. Tampoco me voy a referir a los riesgos del triunfalismo exacerbado. Mucho menos a cómo vio esto la prensa internacional (aunque llama la atención que el diario deportivo más importante de Alemania ponga en tapa… ¡a Maradona!)

Lo que quiero decir es que por fin los “creativos” de La Voz del Interior van a dejar de hacer estas tapas espantosas.



También evitaremos seguir encontrándonos con pastiches ininteligibles y supuestamente estadísticos.


Será hora que el diario de mayor circulación de Córdoba publique el manual para entender todos esos gráficos, tal vez surgidos de un sueño lisérgico de algún director de cine de autor.
Ok, el culito nos sigue doliendo. Ahora vendrá la avalancha de opinadotes respecto de lo positivo y –sobre todo- lo negativo del proceso de Maradona como DT, que si Mecí es o se hace, que si Demichelis es o lo hacen y todo eso. Pero no por eso debemos dejar de ver los ocasionales lados positivos de esta existencia.

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